Miércoles 12 de Julio 2023, 20:00 hs.
La práctica analítica, entre locura y debilidad mental. ¿Todos débiles mentales?
La segunda Noche de directorio del año tuvo por título “La práctica analítica entre locura y debilidad mental: ¿Todos débiles mentales?”. En ella participaron Mariana Isasi, Mariella Lorenzi y Manuel Zlotnik, con una sala concurrida que luego participó en la conversación.
Mariana abrió la actividad inscribiéndola en la serie de Noches que el Directorio ha planteado para el año en perspectiva al próximo Congreso de la AMP, “Todo el mundo es loco”, a la vez que toma apoyo en la trilogía de hierro que Miller expuso en la conferencia del año 2016: debilidad-delirio y embaucamiento. Desde este marco avanzó señalando un detalle orientador: el por qué del signo de interrogación en el título, que tiene que ver con que las referencias sobre debilidad mental que se pueden encontrar son múltiples y heterogéneas. Lo que hace que a veces pueda decirse “Todos” y otras veces no.
A partir de señalar esto Mariana abordó lo que llamo “mapa” o “rompecabezas” de las referencias del tema. Asi pudo seguirse una primera perspectiva del concepto en relación a cierta “manifestación clínica particular”, para pasar luego a una nueva manera de concebir el tema que Lacan mantiene en los últimos seminarios, y que considera que la falla de la mentalidad es una generalidad que atañe a todos los seres hablantes, la debilidad mental como propia del parlêtre. Mariana dirigió la atención a la referencia de Lacan en RSI donde dice que no espera salir de la debilidad mental, para hacer resonar ahí que “Entre locura y debilidad mental no tenemos, sino que elegir”. De este modo desplazó la cuestión hacia la ética que implica la elección, en la que está implicada la relación que se asume frente a lo real.
Desde este desarrollo resumió que se pueden tener tres dimensiones de la debilidad mental: 1) Desde una dimensión particular, cuando se refiere a una forma clínica, 2) Desde una dimensión universal, la versión de la condición fallida de la mentalidad y 3) Desde la dimensión del uno por uno, la elección por locura o debilidad mental.
A partir de ubicar la dimensión ética de la elección, Mariana entró en la recta final de su exposición donde trajo una reflexión sobre la clínica actual a partir de retomar a la “Señorita B” ( presentación clínica de Lacan en 1975) y su paranoia imaginativa, junto a la enigmática frase de Lacan que señala que “es por excelencia la debilidad mental”. Esto ha permitido a Miller desarrollar la idea de las psicosis ordinarias y, a su vez, elucidar una nueva clínica, más afín a la llamada despatologización lacaniana.
Con la pregunta que implica la dimensión ética, Mariana retomó la pregunta de Miller de la siguiente manera: “¿cómo hacemos para dirigir un delirio de tal modo que su debilidad ceda al embaucamiento de lo real, si justamente lo real es lo que está cada vez más cancelado?” Allí arriesgó que una manera de elucidar esa orientación es considerar la versión de debilidad mental de la que no se sale, y que incluye determinada ética en la posición del analista, para asumir el margen posible entre locura y debilidad.
A continuación, Mariella Lorenzi, tomó el tema por el sesgo de la debilidad mental del analista. Comenzó su desarrollo con una referencia de Miller (Lacan Redivivus) que señala lo mental como como resbaladizo, mientras que lo simbólico fija un orden. A partir de allí Mariella instaló la pregunta en torno a la cual dio tela a su desarrollo: ¿en qué situaciones de la práctica, que es lo que hoy nos convoca, el analista no encuentra de qué agarrarse y pisa en un terreno resbaladizo? Así propone homologar la dificultad del débil mental para “leer (la verdad) entre líneas”, a la dificultad del analista cuando queda pegado al discurso del paciente y no puede “leer entre líneas” para interpretar.
De allí Mariella nos a llevó al nudo de su trabajo: si, en ocasiones, el analista queda pegado al relato del sujeto, sin poder leer entre líneas, propone pensar el control como un dispositivo propicio para dar tratamiento a la debilidad mental del analista. Testimonió así la experiencia de dos controles que le permitieron iluminar lo que nombró como “salir de la debilidad mental” para poder leer de otro modo, “leer entre líneas”. En un caso el efecto del control le permitió “desapegarse del discurso del paciente” y ubicarse como un punto fijo para no correr detrás de la paciente. En el otro, la intervención del anallista del control le permitió ubicar “la propia nota que no podía tocar” de la pregunta que la llevó al control, abriendo una lectura diferente del caso y de su posición en el mismo.
Por último nos hizo reflexionar sobre la práctica desde la perspectiva del control, cuando señaló que tanto el practicante “debutante” como el experimentado, no deben olvidar que formamos parte del teclado en el que tecleamos, y que no llegamos a tocar la propia nota. Ubicando el control y la escuela como partenaire del analista para salir, por momentos, de la debilidad.
Finalmente, Manuel Zlotnik, como último expositor de la noche, abordó el tema de la debilidad a partir de la psicosis generalizada. Tomó la idea de realizar un arco que contenga en un extremo la doctrina del seminario 3 -la Behajung del Nombre del padre-, y en el otro extremo “todo el mundo es loco”, que permita encontrar una suerte de anclaje epistémico, conceptual y clínico del recorrido de Lacan, y la lectura de Miller para pensar la clínica de hoy.
Partió así de ubicar que la pluralización del Nombre del padre, rompió la oposición neurosis y psicosis, y dió lugar a otras, como por ejemplo la señalada por Miller entre las enfermedades de la mentalidad y las enfermedades del Otro. Se puede decir que esta una nueva oposición implica una nueva clasificación: las que están dentro del lenguaje, inmersas en un discurso y la clínica irónica de la esquizofrenia.
En este recorrido toma las referencias de la debilidad mental y mentalidad, y con ello la presentación de enfermos de Lacan en 1975-el caso ya mencionado de “La Srta Brigitte”- que Lacan ubica como una “parafrenia imaginativa”. Con ello señala un imaginario que fluctúa, flota, un puro vestido, porque no hay cuerpo que lo sostenga.
Para Manuel, esta nueva oposición entre enfermedades de la mentalidad y enfermedades del Otro se da en el plano de la psicosis, estando las esquizofrenias incluidas dentro de las primeras, con una dificultad para usar el lenguaje, por lo que están del lado de lalengua y fiuera del discruso. Por el contrario, las enfermedades del Otro, que implican uso lenguaje en el régimen discursivo, están más ligadas a la paranoia y a la erotomanía.
Por último, Manuel ubicó la referencia de Lacan que dice “no estoy exento de la debilidad”, para hacernos reflexionar sobre los distintos universales lacanianos: “todos locos”, “todos débiles mentales”, “todos perversos”. Tenemos que vérnoslas con eso, ya que no se trata de establecer categorías que ordenen, sino incursionar y profundizar el universo complejo e infinito del “Todo el mundo es loco”. Esta es la mejor manera de prepararnos para el próximo Congreso planteando nuestros puntos problemáticos y de no saber.
Finalmente, luego de las exposiciones se abrió a la conversación con algunas puntualizaciones de los trabajos y preguntas que permitieron hacer resonar el argumento de nuestras X Jornadas, como el tema del próximo congreso y lo trabajado en la noche anterior del Directorio.
Verónica Escudero