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Contribuciones de Mariana Gómez y Norah Pérez
En esta ocasión, Mariana Gómez -de la EOL Sección Córdoba- y Norah Pérez -de la EOL Sección Santa Fe- nos hacen llegar sus preciosos aportes para nuestro boletín y reaniman a nuestros «tipitos«.
¡Que lo disfruten!
Cuerpo textual y ready made animado
Mariana Gómez
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Dos hallazgos en la difusión de estas jornadas me dieron gusto. El significante Corpus#, para nombrar cada pieza de lo que aparece como una serie, y el magnífico video: Corpus animado. Esos hombrecillos anónimos, de hierro, que nos capturan la mirada y que nos provocan desde la pantalla. Una ficción de cuerpos ready-made, listos para armar.
Respecto del significante corpus, siempre me pareció una cosa interesante que para designar a un conjunto de textos que pueden servir de base para una investigación o un análisis del discurso, se utilizara la palabra corpus. Es decir, «cuerpo» en latín. Un verdadero oxímoron resulta ser la expresión «cuerpo textual».
Pero ya sabemos que los usos del lenguaje captan muchas veces lo real del asunto. En este caso, el cuerpo y su choque con los significantes. Uno no es sin el otro, cuando se trata de un parlêtre. Un cuerpo hablante que goza.
Por eso, nos enseña Miller, el inconsciente del que se trata no es un inconsciente de pura lógica sino un inconsciente de puro goce. Hay goce en la medida en que el sujeto tiene un cuerpo. Un cuerpo hablante que goza y lo hace en distintas formas: hay el goce-del-cuerpo y hay el goce-fuera-del cuerpo. Y lo que los separa son los objetos a.
¿Pero cómo puede haber un goce fuera de cuerpo?
Es que por la misma razón por la cual Lacan hace entrar el cuerpo en el psicoanálisis, hace entrar el goce de la palabra. El parlêtre goza cuando habla porque es necesario un cuerpo para gozar, hablando se goza. El sentido es goce. Entonces, el cuerpo es también textual. Pero es goce extrañado del cuerpo, como también lo es el goce fálico, un goce anómalo al goce del cuerpo. Lo fuera de cuerpo del goce fálico lo ilustrará Lacan con el ejemplo de las primeras eyaculaciones que se producen de manera sorpresiva y sin control del cuerpo. Goce que se ubica en la intersección entre simbólico y real, diferente del goce del Otro – que más adelante tomará el nombre de goce femenino- ubicado en la intersección entre lo imaginario y real. [1]
El video Corpus animado logra captar algo de esto. Su estética ready-made nos da a ver algo inconcluso que suspende el sentido del texto, pero al mismo tiempo lo incluye en su trabajo con el equívoco. El video nos muestra figuras humanas pero hechas de objetos, restos inclasificables, que escapan a toda gramática. Útiles solo para ver lo discontinuo mismo con el cuerpo. Separa al objeto de su significación estereotipada, nos muestra este fuera-de-cuerpo, aunque siempre listo para gozar de sí mismo.
NOTAS
- Lacan, J.: «La tercera», Lacaniana N°18, Grama, Buenos Aires, 2015.
Norah Pérez
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A partir de la cita de Miller, fui llevada a interrogar dos referencias: la del sujeto y la del parlêtre.
En tanto el parlêtre ha admitido que el Otro es el cuerpo y que no está dirigido al deseo sino a su propio goce [1]: ¿dónde está el sujeto?
El sujeto –afirma Miller- está disjunto de la pulsión mientras que el «serhablante» incluye al cuerpo [2], hiancia paradigmática de la falta en ser que aloja una función tercera, el falo.
La Bedeutung del falo en la clínica de las neurosis abre el paso al registro del significante y sus efectos, ante aquello que permanecía adherido a la imagen como velo de lo real.
¿Qué restos sintomáticos tocan el cuerpo pulsional que le ex–siste al sujeto? ¿Dónde rebota el objeto a que condensa el goce opaco?
La fuga del sentido
Al falo, la experiencia analítica cesa de no escribirlo. Lo contingente operaría el pasaje de la impotencia a la imposibilidad.
Hay una operación que habrá de efectuarse en la significación fálica del fantasma.
Dichas escansiones e impasses son formalizables en el dispositivo analítico.
Es el desafío que Lacan plantea en la vía lógica de una práctica orientada por lo real:
¿Qué distancia incide en el sujeto y en el parlêtre, ante la construcción del propio Sinthome?
NOTAS
- Miller, J.-A.: «El «ultrapase», Freudiana 66, 2012, pág. 7-24.
- Ídem.
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