El escabel de La Plata- Revista de Psicoanálisis
Número 3 – Año II 2021
Lo que enseñan los fracasos *
Por Raquel Cors Ulloa **
Agradezco a la Revista El escabel de La Plata, a Cecilia Fasano y a cada una de las colegas de su Comité Editorial por invitarme a compartir junto a ustedes –en el marco de un conversatorio–, sobre: Progresos, Fracasos, Reinvenciones, temas que nos compete releer, cada vez en las páginas de nuestros libros pero también en lo que se escribe en lalengua de cada uno.
Por mi parte, tomaré un hilo e intentaré decir algo sobre lo que enseñan los fracasos, no en el sentido de la frustración ante un resultado adverso, o el no llegar a un fin esperado, tampoco respecto a los chascos, las caídas, las desilusiones cotidianas, ni mucho menos para vincular el fracaso con el padecimiento. Sino, en vez, leer la posibilidad de subversión que hay cuando los fracasos enseñan ya sea por la vía del síntoma, el fantasma, la repetición, el cuerpo, el trauma, el sinthome, la transferencia, la transferencia de trabajo.
Nadie tiene la última palabra
Pero ¿Qué tipo de enseñanza habría en un fracaso? Miller dice: No profeso ni profiero, me interrogo. Entonces, decir que algo es una enseñanza, no es un simple decir, ya que este término –respecto a otras corrientes del psicoanálisis–, nos interroga, cada vez, sobre ¿Cómo enseñar lo que no se enseña…ni por tradición, ni por pedagogía, ni por la suma de saberes expuestos? Pienso que de esto nadie tiene la última palabra.
Lo cierto es que el término «enseñanzas», leído desde la Orientación Lacaniana, tiene consecuencias, ya sea en los principios de nuestra práctica, ya sea en la experiencia del análisis personal, ya sea en la formación permanente que, no tiene que ser algo totalmente ilegible, sino más bien-decible. Lacan lo dijo claramente en su proposición de Octubre 1967: «Hay un real en juego en la formación misma del psicoanalista».[1] En efecto, por ese real en juego que hay, por ese fracaso que hay, hay también algo de un bien-decir de este fracasar mejor que ya Beckett nos anticipó con su célebre frase: «Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor».
Un «sí» permanente, nunca suficiente
Y nuestra formación es así, permanente nunca suficiente. Enseñar, puede ser una experiencia nueva en tanto haya la ocasión de dejarse enseñar por el propio caso, ya sin el sostén de los estándares, esta experiencia enseñante dependerá de la posición que un analizante consienta, es decir que diga: «sí»; sin «pero…» Un sí a ir por lo real del discurso analítico que le compete, a cada uno.
En mi caso, experimenté las enseñanzas de los fracasos en lo concerniente a lo real de la muerte y lo real del sexo, he testimoniado sobre esto durante mi ejercicio de AE, pero hoy, en el marco de este conversatorio propongo asomarnos un poco por las preguntas que hay en la vitalidad de una enseñanza que, por fracasar mejor, enseña.
Estos fracasos que, nos interesan a los psicoanalistas, son precisamente una apertura a nuevas preguntas que causan un deseo de saber sobre eso que para cada caso es siempre una apuesta, la apuesta que hay cuando no se está muy seguro de ganar.
Hay tantos fracasos como interpretaciones
Esta apuesta que no es por cualquier satisfacción, se verifica a nivel de la enunciación y de las interpretaciones que hay para cada uno. Lo cierto es que: Hay tantos casos como fracasos y hay tantos fracasos como interpretaciones. Eso sí, las sorpresas de sus efectos tocan las marcas que nos orientaron como sujetos. Marcas de goce que, propulsadas por el análisis traducen nuevas lecturas sobre estos nuevos temas: sus Progresos, sus Fracasos, sus Reinvenciones, que sin duda enseñan sobre la diferencia que hay en un saber que no es expuesto por lo enciclopédico, sino supuesto.
Finalmente, decir que –en los tiempos que corren–, la apuesta que nos propone el psicoanálisis, sigue jugándoselas por-lo-real. De nosotros dependerá saber leer los excesos de algunos goces, sus triunfos, sus fracasos… Como advierte este número de la revista El escabel de La Plata, al señalar en sus páginas que: anhelar un Ideal de progreso, gozar del fracaso o reinventar los modos de vivir para cada sujeto, se planteará por su saber-arreglárselas con sus deseos, con sus goces, ante el aplastante slogan publicitario que promete La felicidad, vía el progreso.
Recién leí una noticia sobre: Un antidepresivo genérico y barato que será vendido como tratamiento contra el Covid-19. Veremos qué hay detrás de todo esto, quizá pueda ser efectivo para el cuerpo, quizá. Mientras tanto –desde aquí–, seguiremos escuchando y alojando al cuerpo-hablante que, en su singularidad, en su deseo, apuesta a perseverar en la íntima orientación de eso que no anda, se tropieza, cae, fracasa, se esconde, por el lado oscuro del horror a saber. Algo así como un cuadro de Magritte que, representa el retorno de eso que no está enmarcado.
En conclusión, seguiremos apostando a la producción de un analista, para que cada analista siga enseñándonos –como el dispositivo del pase– que, expone por un lado lo que es agalma y por otro lado, lo que deviene palea.
Gracias.
* Conversatorio «Progresos, Fracasos, Reinvenciones», Revista «El escabel La Plata», EOL-La Plata, 29/octubre/2021.
** Raquel Cors Ulloa, miembro de la NEL y la AMP, AME, AE (2018-2021), Presidente de la NEL (2021-2023).
NOTAS
- Lacan, J., Otros Escritos, Proposición del 9 de octubre de 1967, Paidós 2012, p. 262.