¡Estimados Lectores!
Les compartimos en esta ocasión, tres contribuciones de un aporte singularísimo: Gabriela Grinbaum, Alicia Lucero y Gabriela Rodríguez.
¡Imperdibles!
Laberinto cotidiano
Gabriela Grinbaum
Miembro de la EOL- AMP
«La psicosis viene a cortar la narrativa vital, es una interrupción.
Se vive y se narra. Se vive para contar, poner un orden a los acontecimientos.
La crisis viene a desordenar o a decretar que no hay orden posible y todo intento es vano.
El paciente mental es débil, no ha podido sostener el pacto que lo une a la realidad y se ha salido.
Si hay un laberinto cotidiano que atravesar, el loco ha saltado sobre los andariveles posibles y señala que no hay salida.»[1]
¿Quién es el autor de este párrafo? Si me dijesen que algún psiquiatra de las escuelas clásicas…podría creerle.
Pero no…es Santiago Loza, argentino, autor y director de cine y teatro.
Escribió Diario inconsciente, y lo escribió sobre su experiencia con la locura, como lo sitúa él.
Todo el mundo delira, ok, estamos diciéndolo a cada rato en estas previas al próximo congreso de la AMP. Sin embargo, hay delirios que son la defensa «exitosa» contra lo real, de manera que hacen la vida más vivible y otros que van demasiado a contrapelo con la vida y los lazos sociales y amorosos. La buena suplencia y la no tan buena, si puedo decirlo así.
Una pregunta que intento responder cada vez es cuál es el destino del delirio de cada uno en el trayecto de un análisis.
NOTAS
- Loza, Santiago: Diario Inconsciente, Bosque Energético Editora, Buenos Aires, 2022, pág. 49.
De locuras cotidianas a un estilo para vivir
Alicia Lucero
Asociada EOL Delegación Mendoza
Allí donde Freud plantea la represión primaria, Lacan habla de una falla estructural que nada puede cerrar, nada puede colmar en lo que hace a la relación entre un sexo y el otro. Esto es, que como seres sexuados estamos solos. Lo expresó con su conocido axioma «No hay relación sexual».
Con esta falla, con este malestar estructural cada uno se las arregla a su modo, arma una construcción, inventa un «delirio», en tanto semblante para hacer con un real como imposible. A partir de esto, podemos plantear otro axioma de Lacan que, según Miller, constituye la brújula de su última enseñanza y fue tomado por él para orientar hacia el próximo Congreso de la AMP: «Todo el mundo es loco».
Esta falla, como planteaba Freud es la fuente de todas las formaciones del inconsciente, por ello, parafraseando uno de sus textos princeps, «Psicopatología de la Vida Cotidiana», podríamos decir que constituye la fuente de todos los delirios de la vida cotidiana o «las locuras ordinarias«. [1]
Es decir, que con nuestro inconsciente y los efectos de sentido del mismo construimos las coordenadas de nuestro mundo. Dicha construcción nunca alcanzará para cubrir la falla donde el real de la no relación aparezca. He allí la posibilidad de abrir a una dimensión en la que el lazo transferencial a un analista sea posible. La apuesta de un análisis implica ir contra los sentidos e identificaciones construidas, desvestirlas, a fin de llegar a lo más singular de un sujeto. Un análisis permitiría estar advertido y concernido de su singular y único modo de gozar y de hacer con él un uso que permita «un estilo para vivir».
BIBLIOGRAFÍA
- Brousse, M.H.: Conferencia «Lógica del delirio» en https://www.youtube.com/watch?v=gkH_U3-jhcI&ab_channel=Nucep-Secci%C3%B3nCl%C3%ADnicadeMadrid
- Lacan, J.: ¡Lacan por Vincennes!, Revista Lacaniana Nº11, Ed. Grama. Buenos Aires, 2011
- Miller, J. A.: Todo el mundo es loco, Revista Lacaniana Nº32. Ed. Grama. Buenos Aires, 2022.
- Miller, J.A.: Sutilezas Analíticas, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2011.
NOTAS
- Laurent, Eric: «El delirio de un inconsciente sin el síntoma«, El sentimiento delirante de la vida, Colección Diva, Buenos Aires, 2011, pág. 51.
¿Sentimiento delirante de la vida?
Gabriela Rodríguez
Asociada EOL Sección La Plata
Las viejas palabras, las que sirven, decía Lacan [1] en alusión a las ficciones útiles de Bentham, hay que pensar para qué sirven.
Aquel título propuesto por Laurent [2] que afecta al sentimiento de la vida: trágico/delirante, avanza desde el eco irónico de Unamuno hasta devolverlo transformado, sucedida la invasión de la tecnociencia que evaporó la ficción standard del hacer con el goce: el nombre-del-padre. Obligados a la elaboración de una ficción singular, designada como delirante, la sugestión es devuelta a su fundamento: siendo el impacto del significante sobre el cuerpo que abre un tratamiento posible del goce (3), en un empalme con la ficción.
Pero no cualquier ficción no standard, por más autoelaborada por el sujeto, sabrá hacer con el goce. La consecución de una neo-homeostasis viene del alcance de una ficción engendrada en el «pifie» de la palabra – que descansa en el tesoro de lalengua -, útil para atrapar lo vivo en un decir. Esta una-equivocación [4] que va más lejos que el inconsciente, se hará tanto más resistente cuanto consuene con el cuerpo comprometido.
Entonces, no la ficción en tanto puede engañar (Gorgias) sino y porque derivada de fingo [5], se mostrará plástica para manipular y capaz de fijar el goce, en un ardid menos tonto.
NOTAS
- Lacan, Jaques: Seminario 20, Aún, Paidós, Buenos Aires, 2008, pág. 74.
- Laurent Eric: El sentimiento delirante de la vida. Colección Diva, Buenos Aires, 2011.
- Laurent Eric: «Disrupción del goce en las locuras bajo transferencia», Revista Freudiana Nº84, Barcelona, 2018, pág. 125.
- Lacan, Jacques: «Seminario 24, L’insú que sait de l´une-bevue c´est l´amour«, clase del 16/11/76, inédito.
- Cassin B. y otros: Vocabulario de las filosofías occidentales. Diccionario de los intraducibles, Tomo I, Siglo XXI Editores, México, 2018, pág. 538.