Compartimos las resonancias de la tercera noche preparatoria hacia nuestras X Jornadas, de dos queridísimos colegas, José Damiano, Miembro de la EOL La Plata – AMP y Verónica Escudero, Asociada a la EOL La Plata
¡Buena lectura!
Delirio, creer en él, servirse de él
José Damiano
Trabajo en ¿Cómo orientarse con el todos delirantes en la práctica analítica con el parlêtre?
Referencio el todos delirantes en la clínica del sinthome y desde allí reconfiguro las enseñanzas anteriores. ¿Cómo pasan al nudo?
Primeras consecuencias.
Del delirio llamado nombre del padre dijimos: ¿creer en él o servirse de él?
Probemos extenderlo al delirio de cada uno.
En el caso R, -presentado en esta noche preparatoria- la respuesta delirante Soy Vegano, con la mediación de una mirada amable, se convierte en un instrumento, pasa del orden de ser, al orden del tener; un saber hacer que puede ser utilizado, puede servirse de él. Se convierte en un vendedor especialista en alimentación vegana, lo cual le da un trabajo y un lazo social. (1)
Si este mismo delirio se orientara al orden de la realización de su creerse ser, R podría haber dedicado su vida a una militancia para convertir a Todos al veganismo, destruyendo a todo lo carnívoro. Cualquier similitud con la actualidad (…)
Es decir que un delirio puede orientarse en el orden del creerse sera hacia lo Universal (Ustedes vs. Nosotros), o puede orientarse hacia el uso, servirse de, en una solución Singular y no-toda. ¿podemos generalizar esta enseñanza a algunos otros casos?
Es mi delirio.
NOTAS
- Ivonne Centraco. Invenciones amables. Dupla: delirio – saber. 3° noche preparatoria.
Resonancias
Verónica Escudero
A continuación de la lectura de los trabajos que presentaran los compañeros de las duplas, la conversación abrió variadas referencias. Elijo algunas de ellas que me funcionaron como “broches” de las resonancias de las tres actividades preparatorias.
Una de las intervenciones, la de José Damiano, quien dijo que le servía orientarse pensando en la oposición entre el delirio y el “saber hacer”, me permitió encontrar una manera de pensar la pregunta que insistía para mí ¿cómo incluimos el cuerpo en el delirio? Pepe me ayudó a pensar que la orientación por el síntoma incluye el cuerpo, como soporte de un goce que gana espacio cuando logramos reducir el efecto de delirio, sea delirio yoico, fantasmático o en las psicosis ordinarias. Me reservo esta generalización en la inclusión de las psicosis.
Por otro lado, y terminando la noche, Belén Zubillaga, encontró el bien decir para hacer lugar a un punto de apoyo ineludible: situar la forclusión generalizada dentro de una lógica que no tiene que ver con la forclusión del nombre del padre, entonces la concepción de delirio también cambia, así entiendo que hay una generalización del delirio, que incluye los modos en los que el parlêtre se sirve para ceñir el agujero de lo forcluído “para todo el mundo” y tejer los hilos que dan cuerpo a los delirios de cada uno.