“La práctica analítica en las diversidades”
Antonela Garbet
El pasado miércoles 7 de septiembre tuvo lugar en la sede de la EOL-Sección La Plata la segunda Noche Preparatoria hacia las IX Jornadas Anuales “La práctica analítica en las diversidades”. La mesa de presentación estuvo coordinada por Ana Laura Piovano.
En primer lugar, Germán Schwindt –quien forma para de la comisión científica– realizó un desarrollo del Argumento con el fin de invitar a la participación y conversación, para ello comparte algunas ideas trabajadas y otras que plantea de manera inédita. Señala que la práctica analítica puesta en cuestión puede ser leída como la invitación a estudiar, en tanto llamado a considerar algún detalle, subrayar algún matiz pasado por alto. Entre lo mismo y lo distinto, se detiene en el término diverso, desgranándolo por distinto y por método.
Sugiere la lectura del libro de Germán García como bibliografía para las jornadas. “Diversiones psicoanalíticas” es un curso que inicia indicando que el psicoanálisis se vale de cosas divergentes. Diversidad abre el campo de algunas preguntas indicando con ellas un camino que va de las identificaciones a la pulsión.
Diverso, identificación e identidad son los ejes que permiten arribar a la pregunta sobre la envoltura formal del síntoma. En esta línea reintroduce el cuestionamiento en Freud y Lacan sobre el tiempo de concluir un análisis, lo que decanta en la interrogación sobre el término práctica, presente en el título de las jornadas. Se abre así una nueva pregunta sobre la existencia de las prácticas, ¿hay tantas prácticas como practicantes?
A medida que avanza el trabajo preparatorio, nos indica Germán, se precipita un interés en considerar fragmentos clínicos, haciendo hincapié en la práctica que se realiza. Considera la comunidad analítica como una comunidad en formación lo que lleva a leer la experiencia de análisis como una experiencia de Escuela donde nos formamos, destacando la transformación subjetiva allí.
Por último, nos recuerda que este año la Escuela de la Orientación Lacaniana cumplió 30 años de su fundación. Destaca cómo cada practicante, puede abrirse a lo distinto, a lo diverso cada vez que recibe a alguien. En medio de la reflexión colectiva sobre lo terminable y lo interminable un último interrogante se suscita: qué de lo singular, qué de lo diverso encuentran los analistas de la EOL Sección La Plata cuando comienzan los análisis y más allá.
En segundo lugar, toma la palabra Eduardo Suarez, quien transmite el trabajo realizado hasta el momento al interior de las duplas, destacando el debate que allí se produjo con respecto a nuestra práctica hoy, retomando así lo subrayado previamente sobre la dimensión de la práctica. Dicha dupla, compuesta por Eduardo Suarez y Agustín Barandiarán –como responsables– y colegas de la Sección –Silvia Avila, Camilo Cazalla, Antonela Garbet, Sonia Insaurralde– abordan las diversidades clasificaciones, nominaciones.
En un primer señalamiento localiza una tensión atemporal entre una práctica de la clasificación y una práctica de la nominación. De la primera retoma la enseñanza freudiana y lacaniana, esta última en términos de formalización y logicización de la cura; Eduardo introduce el modo en que esta práctica intenta resolver mediante sí misma “lo que se ha clasificado con la clasificación” fomentando la idea de alta o cura.
La ilusión es mantenida hasta la inclusión de “casos raros”, escansión que se desarrolla en varios años de trabajo analítico. Señala que con la fundación por parte de J-A. Miller de las psicosis ordinarias comienza un trabajo de fundamentación de una práctica que se dirige a pensar el síntoma como recurso, bajo el nombre del sinthome.
Introduce el problema de los restos sintomáticos, quienes dejan en evidencia lo problemático de querer resolver por el análisis esa clasificación, esta última esconde en su interior el criterio de normalidad/anormalidad.
Retoma una referencia bibliográfica trabajada por la dupla: Tres minutos con Lacan de Estela Solano-Suarez; esto introduce una orientación para el análisis más allá de la clasificación, orientación por el síntoma. Platea cómo este último da cuenta de la diversidad más radical, en tanto es lo singular de cada uno, el síntoma es de cada uno. En efecto este planteo se constituye como el reverso de lo introducido por la práctica de la clasificación en tanto la clasificación toma al uno por uno, pero como miembro de una clase. De esta manera el síntoma funcionaría como nombre en tanto implica una respuesta, un anudamiento singular; vía que permite la dirección hacia la nominación.
A continuación, se produce una cálida y entusiasta conversación, uno a uno se despliegan variados aportes, lecturas e interrogantes. En consonancia con la primera noche preparatoria se aborda la diferencia entre singularidad y diversidad, el síntoma como recurso, el lugar para la interpretación y su lectura, la localización singular vía la nominación, y nuevas vías más causan al trabajo y orientan el camino hacia siguiente encuentro.