Argumento
Hace exactamente 20 años la comunidad analítica de la orientación lacaniana celebraba en Buenos Aires el noveno encuentro internacional del Campo Freudiano: «Los poderes de la palabra». Nos servimos de la resonancia de aquel encuentro que el título de nuestras terceras jornadas captura para poner en tensión la transformación tanto de la sociedad contemporánea como del psicoanálisis. Los poderes de la palabra nos refieren al gran Otro, a la articulación significante, al inconsciente estructurado como un lenguaje obedeciendo a las mismas leyes de un Orden Simbólico preeminente sobre los otros registros. Nos remite también a la interpretación significante como herramienta privilegiada del psicoanalista para apuntar a la verdad singular. Lo real allí está en el horizonte, se articula a la falta en lo simbólico revelada en el análisis por el barrido de un imaginario siempre «velo».
El encuentro «Los poderes de la palabra», «puso al día el lugar y el uso de la interpretación en nuestra orientación» al decir de Miquel Bassols [1]. A partir de allí la orientación lacaniana produjo un viraje que fue progresivamente «De la verdad al goce»-como tituláramos a nuestras Primeras Jornadas de la Sección La Plata- para alcanzar la última enseñanza de Lacan que, hay que decirlo, lejos de anular, ni volver perimida la enseñanza anterior, produce una reconfiguración del psicoanálisis que aún está en curso. Y esto es así porque, también hay que decirlo, no hay progreso en la enseñanza de Lacan.
Al mismo tiempo, la sociedad contemporánea, empujada por el matrimonio entre la tecnociencia y la lógica del mercado global, ha sufrido una transformación tal que ha ubicado al objeto a ‑envuelto en gadgets‑ en el cénit del socielo. Cabe mencionar que el término evoca lo social, el cielo y el objeto en el cénit, es decir el punto más alto. De ahí que Miller considere que la profecía de Lacan acerca del «ascenso del objeto al cénit social» es una nueva referencia que «se impone al sujeto sin brújula, lo invita a atravesar las inhibiciones [2].
Desde su Seminario 4, siguiendo el hilo de cada uno de los seminarios siguientes, este objeto no es un objeto neutro ‑tal como señalaba Eduardo Suárez en las XXV Jornadas Anuales de Córdoba‑ [3], es un objeto que empuja, que determina, que causa, que permite el acceso a un goce parcial y ya en El Seminario 20, Lacan, refiriéndose a los productos de la ciencia, lo hace alcanzar el nivel de determinación del vínculo social: «Tratándose del discurso científico, es muy difícil mantener igualmente presentes dos términos que a continuación les diré. Por un lado, este discurso ha engendrado todo tipo de instrumentos que, desde el punto de vista que es el nuestro, hay que calificar de gadgets. De ahora en adelante, y mucho más de lo que creen, todos ustedes son sujetos de instrumentos que, del microscopio a la radio-televisión, se han convertido en elementos de su existencia. En la actualidad, no pueden siquiera medir su alcance, pero no por ello dejan de formar parte de lo que llamé el discurso científico, en tanto un discurso es lo que determina una forma de vínculo social. [4]
¿Qué tipo de vínculo social es el que así se determina? Desde El Seminario 17 hemos entendido, además, que toda forma de lazo social vehiculiza un goce, entonces ¿cuál es la modalidad de goce prevalente de la sociedad contemporánea?
Proponemos revisar las doctrinas de la pulsión del psicoanálisis para abordar los objetos de la pulsión que nos impone la era virtual, desde dispositivos/pantallas conectadas a la www a través de juegos, aplicaciones o como redes sociales (facebook, twitter, instagram, periscope, snapchat, etc.) que funcionan como perfectos «Doma miradas » o como el canto de las sirenas – llevando a su punto máximo la negación de la castración. No obstante ello la pulsión hace su circuito, se revierte y retorna produciendo, en el mejor de los casos, extrañeza y división.
Otro tipo de problema, convergente y correlativo del ascenso del objeto al cénit del socielo es el que se recorta como efecto de la declinación del Nombre del Padre, ordenador del lazo social en la sociedad contemporánea. La caída de los significantes amo de la cultura tradicional y la progresiva sustitución del discurso del Amo por la burocracia científico-universitaria, produce la devaluación de la verdad y la evaporación de los Ideales que se vuelven inoperantes para identificar y agrupar a los sujetos. En definitiva, allí donde en lo simbólico había capitón, límite y constitución de un universo a partir de la excepción ‑lado masculino de las fórmulas de la sexuación‑, ahora tenemos la apertura a una lógica de lo ilimitado y de lo sin excepción: feminización del mundo.
Desde entonces se trata cada vez más claramente de un goce común que agrupa a las personas y da lugar a verdaderas comunidades de goce (skaters, youtubers, rollers, bikers, cosplayers, runners y la lista continúa) en las que deberíamos poder interrogar si existe además una nueva alianza entre la pulsión y la identificación.
Sea como fuere, asistimos a la preocupación en la época por las variantes extremas en que se manifiesta la pulsión de muerte, ubicadas en el centro de relaciones organizadas por los objetos virtuales. Encontramos un ejemplo muy reciente en el resonado debate producido en los medios franceses a mediados de abril, con relación al suicidio de una adolescente, Oceane, que fue transmitido en vivo por ella misma. Allí se discutía hasta qué punto la red social periscope no incita a actos del estilo, en la medida en que la cantidad de seguidores depende de lo que se anuncie que se va a mostrar y, por lo tanto, cuanto más aberrante el acto, más seguidores tendrá. Bajo este régimen de la pulsión, habitado por un empuje a lo ilimitado, siguiendo el circuito de la voz y la mirada en el contexto de la sociedad virtual, se producen síntomas. Podemos llamarlos «contemporáneos», pero la clave para el analista está en cómo leerlos.
No debemos olvidar que el analista es también un objeto, una letosa más en la aletósfera y que su uso y su función se encuentran en permanente interrogación, abierto a la invención, de cara a la contingencia de su acto.
NOTAS
- Bassols, M.: «La interpretación, hoy» en Ornicar? Digital N° 227, Revue électronique multilingue de psychanalyse publiée à Paris par Jacques-Alain Miller, Vendredi 20 Décembre 2002.
- Miller, J.-A.: «Una Fantasía» en Revista Lacaniana de psicoanálisis» Nº 3, EOL, Grama, Buenos Aires, agosto de 2005.
- Suárez, E.: «La política de los objetos», texto presentado en las XXV Jornadas Anuales de la EOL Sección Córdoba, 24 de julio de 2016. Inédito.
- Lacan, J.: El Seminario 20, Aún (1972-1973), Capítulo VII, «Una carta de almor», Paidós, Buenos Aires, 1992, pág. 99.
Ejes temáticos
La Clínica y la sociedad virtual
- Compulsiones y manifestaciones extremas de la pulsión de muerte
- El vínculo social virtual en arreglos y suplencias.
- La pulsión y el objeto en la infancia «virtual»
- Adolescencia virtual
- El nombre del padre y el superyó.
Perspectivas del concepto
- El objeto, el plus de gozar y el gadget
- La pulsión, el goce y la «feminización del mundo»
- La sociedad contemporánea: lo real y lo virtual
- Régimen de la pulsión en la sociedad virtual
- Identificacióny pulsión
Política del psicoanálisis
- El poder del objeto en los discursos
- La ley, las instituciones y las modalidades de goce
- Usos posibles e imposibles del objeto psicoanalista
- Eficacia de los principios de la política lacaniana
- El inconsciente es la política en la ciudad cibernética
Comisión Científica: Cecilia Fasano, Marina Recalde, Jorge Santopolo