Flyers III
Preparando las jornadas – Textos breves
Ignacio Funes
¿Se puede pensar a los medios de comunicación como generadores de fanatismo?
En principio podríamos responder afirmativamente, en tanto que aparecen al servicio del capital, promoviendo la homogeneización de los modos de gozar en la civilización. Los procesos de globalización producen modificaciones del lazo social a un ritmo vertiginoso y esto nos hace creer que hablamos la misma lengua y que es posible la comunicación. Todo puede consumirse, todo puede gozarse, pero dicha universalización no puede sino engendrar segregación. Un ejemplo de esto podemos verlo en la estética de los cuerpos donde la ciencia aliada a la técnica interviene sobre los fantasmas de completud ofreciendo la promesa de que todo es posible. Los medios juegan un papel importante en esta fantasía.
En este contexto, hay una tendencia errónea a pensar que el espectador es víctima manejada por el mensaje que se trasmite. Hebe Tizio en su conferencia «Cuerpos en la pantalla…»[1], sitúa que el espectador consiente a la imagen, se ata a la misma por su propio goce. Desde su fantasma goza frecuentemente con lo que critica, con lo que jamás hará pero que no puede dejar de ver. En este sentido, Jorge Alemán[2] nos aporta algo más para seguir trabajando: no es lo mismo la producción de subjetividad que el sujeto que emerge en lalengua; éste es una instancia que el capital no puede integrar en su lógica. El inconsciente no es producible como la mercancía, su cualidad es que no está nunca representado del todo.
NOTAS
- Tizio, H.: «Cuerpos en la pantalla. ¿Por qué el cuerpo está hoy en primer plano?», Conferencia, ampblog2006.blogspot.com/…/conferencia-cuerpos-en-la-pantalla-hebe…., 2006.
- Alemán, J.: Subjetividades, política y procesos de transformación en Latinoamérica», Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), No editada, Agosto 2015.
Sabrina Parmigiani
En el cuerpo y sus fanatismos ¿se trata de nuevas formas del síntoma o más bien de sujetos a-sintomáticos?
En principio, pensar que un síntoma es algo que molesta, por lo que se sufre, que suele dirigirse a Otro para develar el sentido oculto que supone y con ello disipar el malestar. Suponemos el origen del síntoma en el acontecimiento primero del encuentro, del choque del cuerpo con el lenguaje.[1] Encuentro que funda el desencuentro con el orden natural de las cosas que nos hace hablanteseres.
En la época dela inexistencia del Otro, donde la premisa no es el ideal sino el goce, ¿por qué un sujeto que comulga con los standares de la época no consulta por ello?, o mejor, ¿cuándo es que consulta?
La pregunta inicial me resonó a lo que circulaba por fines de los ’90, aquello que se llamó las nuevas formas de síntoma: bulimia, anorexia, toxicomanías…
Por aquella época, Miller y Laurent dictan el seminario[2] en el que se planteará: ¿qué hay cuando no convocan los ideales, cuando cae el Nombre del Padre? Un aglutinamiento por el goce.
Casualmente, pasan por la tele el caso de un filipino que lleva hechas más de 20 cirugías para parecerse a Clark Kent. Lo logró bastante. Y sigue…hasta que el cuerpo aguante. Y es una y una y una y una más de tantas operaciones.
¿Hay síntoma ahí? No. ¿Qué tendría que ocurrir para que aparezca algo del orden de lo sintomático? Que eso se padezca. En este caso, quizá el sufrimiento sea en cada intervención o por algún mal resultado, pero ningún planteo de «qué soy», «qué busco haciendo esto»…
A partir de la referencia de Miller[3], «la transformación de la transgresión en nuevos derechos», estaremos atentos a la lectura, a la escucha de cuáles vendrán.
NOTAS
- Miller, J-A.: «Leer un síntoma», AMP Blog, http://ampblog2006.blogspot.com.ar/2011/07/leer-un-sintoma-por-jacques-alain.html. 18 de Julio de 2011.
- Miller, J-A. y Laurent, E.: El Otro que no existe y sus comités de ética (1997-98), Paidós, 2005.
- Laurent, E.: «‘L´inconscient, cést la politique’, aujourd´hui», Lacan Quotidien n° 518, http://www.sectioncliniquenantes.fr/wp-content/uploads/2015/08/15-07_eric_laurent_ics_cest_la_politique.pdf