Contribuciones III
Estas contribuciones son producto del trabajo que vienen llevando a cabo los grupos de investigación constituidos en torno a los ejes propuestos para nuestra primera jornada.
Adriana Fanjul
«Allí donde el padre tiene la ley, la madre tiene el capricho. Y en conformidad con la lógica freudiana –lógica que Lacan no hace sino repercutir, formalizándola- sería un progreso, hasta un progreso de civilización, el haber pasado del capricho a la ley» [1] ¿Cómo pensar los retornos de ese goce indecible en una época que prescinde de la ley del padre? Si la feminización del mundo conlleva una desregulación de lo real, el capricho sería una de las caras con las que se presenta ese goce ignorado que es preciso nombrar. Capricho que toma el carácter de un «querer» ilimitado y arbitrario, voluntad de goce sin ley. El deseo materno, estragante por estructura y en toda época, facilitaría en el contexto actual –en ciertos niños– el sometimiento a lo irrefrenable materno, cuyas consecuencias vemos en la clínica. Paradoja del niño amo: «el capricho que cree suyo no le pertenece»[2]. De allí que resulte necesario resituar lo femenino y las nociones de «madre», «padre» y «niño» a la luz del parlêtre del siglo XXI.
NOTAS
- Miller, J-A Los usos del lapso, Paidós, Bs. As., 2004, pág. 160.
- Fryd, A. «Los niños amos», VI Enapol, Bs. As., 2013 http://www.enapol.com/es/template.php?file=Textos/Los-Ninos-Amos_Adela-Fryd.html
Sebastián Llaneza
En su decimoquinto seminario titulado «El acto psicoanalítico», el Dr. Jacques Lacan afirma que el practicante del psicoanálisis deberá ubicarse adentro, y no afuera, del cuadro clínico del analizante. En la clase dictada el 27 de marzo de 1968 indica que el psicoanalista deberá buscar cuál es ese lugar que él mismo ocupa en la transferencia y con el que su analizante hace nudo. Se tratará de ubicar cuál es ese emplazamiento, que antes fue ocupado por otros en la historia del sujeto, y que ahora le toca ocupar a él en tanto su analizante se lo transfiere.
Ahora bien, si tenemos en cuenta la matriz fantasmática del ser hablante ($◊a), podemos nombrar a ese lugar con la invención lacaniana del «objeto a». Podemos hacer referencia a la vertiente libidinal de la transferencia que Jacques Lacan nos presenta en su Seminario 11 y que no volverá a retomar en su enseñanza posterior. Me refiero a la transferencia definida como la puesta en acto de la realidad del inconsciente [1], que puede ser concebida como la puesta en acto de la realidad fantasmática.
Esto último nos permite articular la noción de transferencia con la noción de repetición. Pues el analizante transfiere en el analista no sólo el modo de lazo que ha establecido en su existencia sino también el objeto con el cual obtiene una satisfacción en su fantasma. Y ante ese cuadro clínico la respuesta del analista será decisiva. Por un lado, se dejará tomar por la lógica del fantasma y, por el otro, responderá desde un lugar inesperado, más precisamente, desde donde no ha sido convocado.
NOTAS
- Lacan, J. El Seminario, Libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Editorial Paidós. Buenos Aires, 2005, pag. 152.
Ana Piovano
Para Lacan, a los 74 años, el control es un lujo. Suele dárselo, con quienes siguiendo su propia fórmula se han «autorizado ellos mismos» a ser analistas.
La cita, ya conocida, está en El Sinthome[1]. Un signo de pregunta, piedra blanca al margen, causa el trabajo entusiasta para la primera Jornada de la Sección ¿Por qué le habrá puesto «rinoceronte» a esa etapa del practicante? ¿Siempre «tiene razón»?
El rinoceronte [2] es una obra célebre de Ionesco, de 1959. En ella se pasa de dudar de su existencia (a no ser por sus efectos) a una transformación identificatoria (todos menos uno en la pequeña ciudad se convierten en rinocerontes).
El animal, con los ojos separados por lo que le da valor, embiste, a ciegas, orientado por sus orejas.
Siguiendo la pista, se hallan referencias al «rinoceronte en la porcelana» en los seminarios 14 [3] y 21[4]; en ambos casos, Lacan lo usa para hablar del analista y su acto [5].
El control (dada la inversión política operada en el Acto de Fundación [6]) es cuestión de psicoanálisis puro y responsabilidad de la Escuela.
¿Acaso se trata de domesticar al rinoceronte? Claro que no.
Lacan se orienta por lo singular. Vía el equívoco, lo articula al sinthome[7].
No se analiza sin él.
NOTAS
- Lacan, Jacques El Seminario, Libro 23. El sinthome. Paidós, Buenos Aires, 2005, p. 17
- Ionesco, Eugene. El rinoceronte, Losada, Buenos Aires.
- Lacan, Jacques El Seminario, Libro 14. «La lógica del fantasma», Clase 15, inédito.
- Lacan, Jacques El Seminario, Libro 21. «Los no incautos yerran», Clase 11, inédito.
- Debemos a Mónica Boada esta precisión, en su escrito «Siguiendo la pista del rinoceronte», inédito.
- Lacan, Jacques. «Acto de Fundación», en: Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p.248.
- Lacan, Jacques El Seminario, Libro 23. El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2005, p.18.
- Les informamos que se extiende el plazo para la presentación de los trabajos hasta el día 30 de septiembre.
- Para informes podrán escribir a: [email protected]
INSCRIPCIÓN
Valores de inscripción:
Miembros, asociados, cartelizantes y público en general: $ 300.
Estudiantes: $180.
Participantes del Seminario del Campo Freudiano: $130.
Se puede realizar: de lunes a viernes de 16.30 a 20.30 horas, en la sede de la EOL Sección La Plata, calle 50 n° 544 esq 6. Teléfono: 221 – 4273647