Trauma y pesadilla
Christian Ríos
A lo largo de la enseñanza de Jacques Lacan, encontramos diferentes articulaciones entre las nociones de trauma y real. Es así, que los desplazamientos conceptuales en torno a la noción de lo real son solidarios con la forma en que Lacan formaliza el concepto de trauma, y en dicho sentido, el trauma siempre implicará un encuentro con lo real.
Por ejemplo, si nos centramos a la altura del Seminario 10, lo traumático se ubicará en la perspectiva del objeto a. Se tratará de la aparición del objeto en el lugar reservado para la falta, irrupción de un goce que perturba lo simbólico y lo imaginario. Allí el sujeto no tendrá otra solución que la vacilación, y la angustia constituirá la única traducción subjetiva de dicho encuentro [1].
A lo largo de este seminario, Lacan recorre distintos fenómenos o experiencias, que dan cuenta del encuentro con lo real traumático, una de ellas es la pesadilla. El íncubo y el súcubo son las figuras que Lacan halla en el orden de la cultura y que le permiten graficar la relación de la angustia –en la pesadilla– como una respuesta frente al goce del Otro [2]. Otro que deberá ser leído en una relación topológica con el sujeto, y que remitirá –en su extimidad– al goce propio.
NOTAS
- Lacan, J.: El seminario, Libro 10: La angustia, Paidós, Buenos Aires, pág. 113.
- Ibíd., pág. 73.
El significante viviente y las dos dimensiones del trauma
Gastón Cottino
Lacan cuenta una experiencia con su hijo, vinculando el trauma con la repetición y el fantasma, lo cual se hace extensivo al sueño y al juego del niño.
Su pequeño lo reclama una y otra vez con su voz sin obtener respuesta. A partir de allí observará que el niño, ya en sus brazos, se apoya en su “hombro para hundirse en el sueño, que era lo único que podía volver a darle acceso al significante viviente que yo era desde la fecha de acceso al trauma” [1].
Esto también será vinculado al síntoma por M. H. Brousse [2], sin embargo me interesa dejar abierto el valor de ese posible hápax en la obra de Lacan, el “significante viviente”.
También me interesa indagar en la otra cara de la “fecha de acceso al trauma”, es decir su dimensión sincrónica, vinculada a la no relación sexual.
Ilustro esto brevemente desde una conferencia de Peter Sloterdij que utiliza como apólogo el cuento “El libro de arena”, de Jorge Luis Borges, libro de infinitas e incontables páginas. Si bien el filósofo alemán trabaja desde las literaturas del yo, sus conclusiones son muy válidas para captar esta otra dimensión del trauma [3], agujero que se produce en la relación del ser con el lenguaje y que se capta cuando este se quiere narrar a sí mismo.
Desde esta perspectiva, ambas dimensiones del trauma guardan una relación de necesariedad cuyas consecuencias clínicas será importante investigar y precisar.
NOTAS
- Lacan, J. El Seminario. Libro 11: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, pág. 71.
- Brousse, M. H.: Conferencia ¿Qué es lo traumático? Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=FwwH8eZYTx4
- Cf. Sloterdij, P.: Venir al mundo, venir al lenguaje. Biblioteca de filosofía. Editora nacional de Madrid. Cap. “Poética del comenzar”.