Re-cortes de lectura entre Escritura y Trauma
María Laura Errecarte
Herramientas
Camila Sosa Villada en su libro “El viaje inútil” [1] dice en los primeros renglones: “Lo primero que escribo en mi vida es mi nombre de varón. Aprendo una pequeña parte de mí. Estoy sentada en la falda de mi papá, tengo una caja de lápices de colores (…) mi papá toma mi puño y me enseña a usar el lápiz. También lo ha hecho con los cubiertos y con los vasos.
El me prepara para vivir (..) Una vez que aprendo a leer y a escribir, ese borrador se borra bajo las ruinas que deja la violencia, el alcoholismo, la indiferencia y la soledad que experimento desde que nazco hasta que me voy de mi casa a los 18 años”.
Heridas
“Esa vida duró dos años nada más, pero yo sentí cómo comenzaba a abrirse en mí la herida de vivir, con muchísimo vigor. Esto que escribo es para andar un rato con los pies untados en sal sobre la herida”.
Distingue el tratamiento de la herida vía la escritura de la operación de separación que implica la lectura:
Travestido
¿Advierte Camila que hay algo que no cesa de no escribirse? También se sirve de la dramaturgia y el marco de la escena: “Mi teatro, el teatro que me atraviesa, está herido de muerte por la literatura. A veces sucede al revés, se escribe la palabra dicha. A veces se transcribe una entrevista. Y se traviste a la palabra dicha de palabra escrita. Esa literatura es un travestismo de la palabra a la inversa”.
Sinsentido
“El sentido de lo incomprensible es huérfano. Una se entrega a esa pérdida tan solo para no pensar en nada. También es la pérdida de la orientación, como en sueños, haciendo de la inutilidad nuestra mejor aliada.”
Solo leo y recorto al modo de divinos detalles, escansiones; viva singularidad de una enunciación, no sin heridas.
NOTAS
- Sosa Villada, C. El viaje inútil, Trans|escritura, Colección Escribir, Editorial DocumentA|Escénicas, Cordoba, 2018.
Ósmosis o el Malentendido
Constanza Gascón
La serie surrealista francesa llamada Ósmosis, del año 2019, transcurre en París y trata de dos hermanos neurocientíficos que inventan modernos implantes diseñados para unir almas gemelas. Con una tecnología de punta, intentan encontrar la fórmula del verdadero amor, la pareja perfecta. Tal es así, que el slogan del producto es “Perfect match. Tienes derecho al amor”.
Muestra a mi entender, cómo el discurso del amo, encarnado en la ciencia y el capitalismo, pujan por desmentir el trauma del malentendido inaugural de todo parlêtre, el malentendido del que todos provenimos, el encuentro entre dos que no se entienden.
Así la trama transcurre velando el trauma de la imposibilidad de hacer uno con dos. Lo que ocurre, indefectiblemente es que el “amor ósmosis” que pretende la ciencia, tarde o temprano termina por encontrar ese malentendido, realizándose una vez más el destino irreductible.
Así como el fantasma sostiene la ficción de que hay relación entre los sexos y el análisis llevado a su fin permite despertar de ese sueño fantasmático; en esta serie, los personajes viven el encuentro deseado en un idílico enamoramiento “molecular” hasta que…algo se quiebra y emerge la angustia por la diferencia.
BIBLIOGRAFÍA
- Lacan, J.: “El Malentendido”, Clase del 10 de junio del 1980. Inédito.