Con esta primera entrega y partiendo del malentendido, como en todo nacimiento, iniciamos la difusión de breves textos que retomarán, uno a uno, las marcas de lectura en torno a Trauma y sueño, tema de trabajo de la Sección elegido para este 2020. Traüme, vocablo alemán que significa sueño y que en su homofonía evoca al trauma, es el término que da nombre a las contribuciones de nuestros colegas.
Acontecimiento y trauma
Carlos Jurado
Voy a sostener que hay una diferencia entre el acontecimiento para el psicoanálisis y el trauma. Lacan en la conferencia “Joyce el síntoma” nos dice que el síntoma es un acontecimiento de cuerpo, es decir que no es del dominio del ser. Al cuerpo se lo tiene como un instrumento y Lacan pone el acento en que Joyce no se priva de cantar lo que escribe, por lo que se puede sostener que el goce se itera como lo inolvidable del encuentro de la sustancia gozante con el Uno.
La iteración es el aporte de Miller para atrapar este goce que respecto del tiempo estaría en el Aión griego, tiempo del presente perpetuo, en un registro diferente al de Cronos que refiere al pasado presente y futuro, tiempo en el que Freud inscribe su après-coup. El trauma y la repetición del mismo son del registro de Cronos. Para Lacan, la repetición es la conmemoración de una pérdida que formaliza 1/a, el rasgo unario y el objeto, los cuales están en la base de la repetición como pérdida de goce.
Pesadilla. Un decir poético y oracular
Mariella Lorenzi
Una pesadilla puede extraer al sujeto del sueño eterno del fantasma neurótico y conducirlo al insomnio angustiante, o bien puede producir un verdadero acontecimiento dejando al sujeto concernido en la oscuridad de la noche.
Orientada por el tema “Trauma y sueño” me acerco a releer el curso Un esfuerzo de poesía y me detengo en una frase de Miller: “explicar es desplegar, y el oráculo es algo plegado”[1]. Tanto el decir oracular como el decir poético comparten con la pesadilla justamente ese modo “plegado” que no constituye una narrativa, sino que más bien se ubica del lado del enigma, opaco e inquietante.
Tal vez la pesadilla sea una reserva natural donde se mantuvo vivo ese decir de los antiguos, que no se rige por el ideal de transparencia moderno, ni condecora lo útil. Advertidos de que “nos despierta (…) el Trieb”[2], en ocasiones un análisis permite ir del trauma al sueño, pasando por la pesadilla, para llegar a un nuevo modo de vivir la pulsión.
NOTAS
- Miller, J.-A.: Un esfuerzo de poesía, Paidós, Buenos Aires, 2016, pág. 23.
- Lacan, J., El Seminario Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1986, pág. 68.