Miércoles 12 de Abril 2023, 20:00 hs.
La locura de creerse libre
Por Rosana Salvatori
La primera Noche de Biblioteca tuvo lugar el 12 de abril bajo el título: “La locura de creerse libre”. La anfitriona y coordinadora de la misma fue Cecilia Fasano, Secretaria de Biblioteca del Directorio que inicia su gestión en EOL La Plata este año, quien presentó a los integrantes de la Secretaría y a las invitadas: Mariana Schwartzman (Miembro de la EOL y de la AMP, integrante de la comisión de Biblioteca EOL) y Silvia Avila (Asociada EOL Sección La Plata e integrante del Comité Editorial de la revista El escabel de La Plata). Cecilia manifestó el deseo de que la biblioteca sea habitada recordando al “proyecto libresco”, idea de Oscar Masotta, que consiste en “recuperar el libro, no sólo como objeto material, sino además y fundamentalmente, recuperar la práctica de la lectura”. Una idea en la que “insistiremos”, dijo.
Luego se produjo la sorpresa: la irrupción de dos personas que elevan el tono de voz y discuten generan incomodidad en la audiencia. Eran los actores, escenificando un fragmento aggiornado a la época actual del texto póstumo de Moliére: El misántropo, en los personajes de Alcestes (Matías Brandwajnman), Filinto (Santo Locuasto) y Celimena (Marina Darhanpe). Dieron vida así a una pluralidad de voces, representando la posición de denuncia de la verdad de Alcestes mientras su amigo Filinto lo interpelaba y Celimena seducía a “todos” bajo la pregunta ¿te gusta mi rouge?, en un cuerpo a cuerpo con el público. Un Misántropo que permitió hacer pasar la cita de Lacan sobre la locura de Alcestes en su escrito “Acerca de la causalidad psíquica”.
Silvia Avila presentó un desarrollo ajustado, precisando cada paso de su argumentación, al que llamó “La creencia delirante de Alcestes”, tomando como línea de lectura las interrogaciones que le provocaron el tema de la creencia delirante y la relación entre creencia y saber. Ubicó a la creencia como “invariante antropológica” y aclaró que en el escrito del 46, Lacan ubica la causalidad de la locura en el registro del sentido, opuesto al organodinamismo de Ey: “Al orden de la realidad física opone el orden de una realidad psíquica totalmente semántica”.

Las consecuencias del yo delirante en la época actual puedo resumirlas en mi resonancia: hoy, el nombre del malestar en la cultura puede ser “el triunfo de los egos”, todo el mundo está en su mundo y todo el mundo delira, afirmó Silvia.
Mariana por su parte presentó un trabajo que nos orientó desde el título: “Todo el mundo loco, es decir, narcisista”. Se refirió a la afirmación de Lacan en “Acerca de la causalidad” cuando diferencia a la locura de todo déficit para ubicarla en términos de libertad en el campo del sentido y de la “insondable decisión del ser”. El problema, dijo, de creerse el mismo, fundado en la ecuación yo igual a yo, es que es un delirio que deja al Otro afuera. Así, señaló que Alcestes, sin la mediación de los semblantes y forcluyendo al Otro, queda en su autoexilio. “cuán libre es el loco”? preguntó. La libertad sería solo “la del sentido que le da a la identidad en la que se cree”. Solo le queda el “contragolpe social”, el rebote sobre sí mismo. Finalmente ubicó el concepto de locura narcisista en el Seminario 17, la locura ubicada por Lacan en la dimensión del lazo social a la que llamó “yocracia”[1]
A sala llena, la conversación sostenida permitió verificar como efecto que lo epistémico anudado a lo libidinal, entre risas y aplausos, provocó que algo “pasara”.
NOTAS
- Lacan, J., (1969-1970), El Seminario, libro 17, El reverso del Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1992, p.66.