Por Silvina Molina
Tragedia y comedia en el recorrido de un análisis. Lo tragicómico en el final del análisis.

El día miércoles 15 de mayo, a sala llena, se disfrutó de la primera noche de directorio, la misma inició con la presentación de Marisol Gutierrez quien, bajo el título “Tragedia y comedia en el recorrido de un análisis”, anunció la propuesta de trabajo del año. Caracterizó el estilo de Jacques Lacan como antitrágico sirviéndose del texto “Un estilo mock-heroic”[1] de Jacques-Alain Miller, para destacar que en el recorrido de un análisis consideramos lo trágico con el horizonte de lo cómico, y de la ética del Bien decir.
Para el chiste hacen falta dos profirió Jorge Assef.
Acentuando la articulación que establece Miller entre el dispositivo del pase y la comedia, puntualizó algunas cuestiones que considera claves para pensar la clínica del final de análisis y su política.
Sirviéndose de sus testimonios, destacó en ellos la naturaleza tragicómica que habitaba su relación al psicoanálisis, desde la fantasía neurótica sobre lo que significaba ser psicoanalista hasta el deseo del analista.
Un recorrido que va desde un equívoco en el marco de la puerta de un control hasta la risa. Con un tono divertido recuerda todo el esfuerzo que le implicaba soportar la fantasía fálica, y su malestar subsecuente, y como esto también se jugaba en lo epistémico e incluso en su relación con los idiomas. Más controles, más congresos y ese esfuerzo de más que no se saciaba, que pedía más, que pedía tanto. J. Assef teje estos hilos trágicos con las variadas maniobras desplegadas por la analista para deconsistir la exigencia superyoica, vía el equívoco y un efecto: la risa. Intervenciones que lo alivian de la cara sádica del super-yo y que van revelando que ese esfuerzo voraz es un simple velo de lo imposible.
Bajo la fórmula “hacer que al otro le vaya bien” localiza el fundamento neurótico del deseo del analista, el modo Assef de hacer existir la relación sexual.
Con mucho humor comparte una anécdota de un viaje que realiza a New York para participar de los Clinical Study Days. Se trata de un dialogo mínimo con una colega a la salida de la Jornada de trabajo, un intercambio de palabras que resuenan en él, en su naturaleza tragicómica, aun en escena con un resto de dolor.
Con ese resto ¿qué hacer? ¿Qué hacer si ya se verificó que eso no se puede entender, ni saber, ni decir completamente? Para él, el pase fue el hilo al cual agarrarse, para hacer con eso la tragicomedia de su análisis, la respuesta de Assef: una vuelta más. Porque finalmente para la risa -nos enseñó: con uno no alcanza, hacen faltan dos.
Luego de los aplausos, se abrió un espacio de conversación alegre, efecto de sus respuestas a las preguntas que le realizaron. Los que intervinieron en la noche lo hicieron en la línea de pedirle que diga un poco más del antes y el después del final del análisis tanto en la práctica, en el control, en la satisfacción, como en el saber.
Sin embargo, Assef insistió en poner en el centro de la escena el orden de lo cómico, en acto demostró cómo el efecto cómico rompe el sentido, cómo sirviéndose del humor, el chiste, la ironía, y esa gama de intervenciones de un estilo de transmisión, la libido fijada se libera como risa, siendo esta el índice que da cuenta de que algo ha soltado su fijeza.
Una noche de trasmisión de un recorrido tragicómico que al final consiente en soltar el elemento patético para que finalmente algo de la satisfacción se desprenda del fantasma y se ponga al servicio del sinthome.
Retomando el hilo de la risa, la noche me evocó una preciosa y precisa frase de Henri Bergson: “Diríase que la risa necesita de un eco. Escuchadlo bien: no es un sonido articulado, neto, definitivo; es algo que querría prolongarse y repercutir progresivamente; algo que rompe en un estallido y va retumbando como el trueno en la montaña. Y, sin embargo, esta repercusión no puede llegar a lo infinito. Camina dentro de un círculo, todo lo amplio que se quiera, pero no por ello menos cerrado. Nuestra risa es siempre la risa de un grupo (…) ¿No se ha dicho muchas veces que en un teatro es más frecuente la risa del espectador cuando más llena está la sala?”[2]
NOTAS
- Miller, J.-A., Un estilo mock-heroic. Revista El Escabel de La Plata, publicación de la Orientación Lacanian Sección La Plata, Grama, Buenos Aires, septiembre 2023.
- Bergson, H., La risa. Ensayo sobre la significación de lo cómico. Alianza Editorial, Madrid, 2016.