Por Natalia Cejas
La primera noche de carteles tomó como argumento conversar sobre la Escuela y la formación analítica, como experiencia de inmersión. Para ello, contó con la coordinación de Constanza Gascón y la participación de María Laura Errecarte, Sebastián Llaneza y Florencia Álvarez.
Constanza abrió la conversación, proponiendo a los invitados presentar su rasgo y el estado de trabajo en los carteles a los que fueron convocados, a la entrada a la Escuela. La idea era poner en discusión los usos y efectos del cartel en la entrada.
María Laura comenzó localizando en su experiencia, un efecto de formación a través de la lectura del witz como agudeza, o ingenio, lo que le permitió localizar su gracia. Recordó aquel modismo de la pregunta por el nombre: ‘¿Cuál es su gracia?’ Deslizando en ella, el sentido de una nominación singular. Ahora bien, no sólo nos cuenta de su experiencia de inmersión, a través de la gracia o de la agudeza, sino que nos propone detenernos en que la misma se produce no-toda. Es esto lo que permite que haya inmersión cada vez y al mismo tiempo produce un efecto de inconsistencia sobre la Escuela, que por esta vía no se paratodea. Evoca para ello una Política de Escuela pensada como una política de la gracia, que incluya tanto los impasses como la no-toda inmersión.
Sebastián, por su parte, propuso un recorrido sobre diferentes derivas que en la historia del psicoanálisis tomó la cuestión de la inmersión de la Escuela, a través de diferentes dispositivos, para detenerse en la singularidad de la inmersión en la Escuela, a partir de la orientación de Miller. En relación a esta última, localizándola en la experiencia del dispositivo de cartel, nos dice que prefiere pensar que allí se juega lo que propone denominar la disciplina de la interrogación. Se refiere a un modo de hacer girar las preguntas en el cartel, que permitan descompletar la lógica del grupo y producir efectos de formación. Esta disciplina de la interrogación puede pensarse como aquel trabajo decidido propuesto por Lacan para la experiencia de Escuela. Sin embargo nos propuso también hacer uso de esta disciplina, para preguntarnos si se trata sólo de ser un trabajador decidido. ¿Qué lugar dar allí a la posición de analizante? ¿No hay allí una condición necesaria para que la Escuela-sujeto pueda volverse interpretable?
Florencia, nos contó sobre su pregunta, en relación al saber en juego en la experiencia de inmersión en la Escuela. Propuso guiarnos con algunas pistas: se trata de un saber no-todo que se pone en juego en la transferencia de trabajo, en un remolino que permite ceñir para cada quien el agujero de saber. Es allí que se juega lo que propuso especificar como transferencia al trabajo.
Pero, también señaló, no se trata -o no sólo- del saber epistémico. Tampoco del saber hacer que provee la experiencia del análisis, sino de algo que se produce entre ellos. Es entre estas dos experiencias de saber que, conjetura, se juega el saber efecto de formación, efecto de la inmersión, en la Escuela. Es allí que podría diferenciarse una transferencia al trabajo y una transferencia de trabajo. El encuentro con estas tres lecturas animó una discusión nutrida, que retomó las preguntas centrales de los trabajos y las anudó con otras. Se planteó, por ejemplo, la posibilidad de que en la entrada la experiencia gire en torno a la transferencia negativa con la Escuela. También la posibilidad de localizar una juntura entre el trabajo decidido y la posición analizante. Tanto como de contraponer a una política de la gracia, una política de la arrogancia, teniendo en cuenta que la Escuela se impregna del estilo de sus miembros, y eso arma el sinthome en el que la Escuela consiste. Por esta vía, se subrayó la importancia de que la Escuela esté al servicio del psicoanálisis y no de los analistas, lo que condujo a la discusión sobre modalidades superyoicas de lazo a la Escuela. Se contrapuso con esto, la idea de que la Escuela hace guiños a los analizantes, quiénes se dejarán tocar o no por ello. Finalmente el camino de la conversación llevó a diferentes modos de interrogar el lugar del saber y de las variaciones discursivas en la Escuela.