Miércoles 30 de Agosto de 2017, 20:00 hs.
El pasado miércoles, 30 de agosto, en la Escuela de la Orientación Lacaniana Sección La Plata, tuvo lugar la Segunda Noche de Carteles. Encausados por el ternario «Cuerpo, imaginario y goce» nos adentramos, decididamente, en el estudio de la última enseñanza de Lacan con el fin de encontrar una brújula capaz de orientar, en ese universo de bolsas y cuerdas, el quehacer del psicoanalista ante las nuevas presentaciones del síntoma.
La noche comenzó con las jubilosas palabras de Rosana Salvatori, actual Secretaria de Carteles de nuestra Sección, quién anunció el lanzamiento del segundo ejemplar de la revista Remolino (publicación local que promociona el dispositivo del cartel en nuestra ciudad) como así también la puesta en forma del denominado «Lacan bus», medio por el cual desplazaremos nuestros cuerpos hacia la ciudad de Carlos Paz para disfrutar de las «XXVI Jornadas Nacionales de Carteles» a realizarse el próximo 11 de noviembre.
Desde la coordinación, Alejandra Gorriz anticipó una noche prometedora. Y…, hay que decirlo, estaba en lo cierto, tenía razón. Lo hemos constatado en la cálida y entusiasta conversación que supieron generar nuestros cartelizantes invitados (Verónica Di Batista, Verónica Escudero y Jorge Santopolo) con aquellos colegas que también, de una manera animada, participaron de nuestra propuesta.
Los tres trabajos presentados manifestaron consonancias tanto en lo que respecta a las referencias bibliográficas como así también en el señalamiento de los problemas que suscita la clínica en el siglo XXI, vale decir, donde el orden simbólico ha dejado de ser lo que era.
En su disertación, tomando en consideración las investigaciones desarrolladas por Eric Laurent en su último libro intitulado El reverso de la biopolítica, Verónica Di Batista nos recordó los diferentes estatutos del cuerpo en la enseñanza de Lacan. Su pregunta desplegada en el trabajo de cartel supo ser formulada en los siguientes términos: ¿es el goce del cuerpo el fundamento del acontecimiento de cuerpo y del resto sintomático? Luego de verificarlo en uno de los testimonios de pase de Luis Tudanca concluye su exposición con la siguiente tesis: será en el goce del cuerpo, en la marca indeleble y singular producida por el encuentro entre la carne y el significante, donde residirá lo más puro del argumento psicoanalítico para resistir los discursos totalizantes de la biopolítica, aquellos que equiparan el cuerpo con el yo y conciben al ser como dueño de sí mismo.
Por su parte, Verónica Escudero, también se preguntará por el cuerpo. En correspondencia con la ponencia de Di Batista encontrará en El reverso de la biopolítica una guía para desarrollar su investigación en el trabajo de cartel. Afirmará que la dimensión de «tener un cuerpo» en oposición a «ser un cuerpo» recibe, en la enseñanza de Lacan, distintos tratamientos. El abordaje de esta dimensión no será el mismo en el estadio del espejo, en «Radiofonía», y en el paradigma Joyce. Así como en la primera enseñanza de Lacan lo imaginario se presenta de un modo bidimensional, en la última enseñanza será concebido en tres dimensiones. Señalará que, en el paradigma R.S.I, lo imaginario continuará asociado al cuerpo, pero de un modo diferente al estadio del espejo. En función de su recorrido epistémico se preguntará: ¿Cómo se sostiene el cuerpo sin el recurso a la identificación? ¿Qué es lo que hace punto de basta para armar un cuerpo?
Por último, Jorge Santopolo, se propondrá indagar la relación entre el cuerpo y lo imaginario tomando en consideración la conferencia que Lacan supo dictar en Roma, el 1 de noviembre de 1974, y que todos nosotros conocemos con el título «La tercera». Siendo fiel a lo que acontece en la experiencia analítica situará una creciente cantidad de consultas de pacientes que presentan enormes dificultades para mantener su imagen corporal unificada o para armarse un cuerpo y sentir que lo tienen. Se preguntará: ¿cómo se sostiene el cuerpo imaginario en una época en que lo simbólico ya no es un orden? ¿Cómo sostener el imaginario sin nombre del padre? ¿Así como el goce fálico, fuera de cuerpo, perturba lo imaginario corporal…, existe otro goce que tenga efectos de anudamiento? ¿Y podría ser este último el goce opaco de la vida? Nos confiesa, de una manera divertida, que intentando responder estas preguntas, en la última enseñanza de Lacan, se encontró con otros problemas que multiplicaron sus interrogantes: ¿cuál es la relación entre lo que Lacan llama LOM, acontecimiento de cuerpo y síntoma escritura?
Sin lugar a dudas los saldos de la conversación nos invitan a realizar un trabajo sobre lo no sabido, sobre un saber que aún se encuentra en un estado de elaboración o, para decirlo en los términos de James Joyce, en un verdadero Work in progress. ¡¡Ha sido un gusto, para mí, participar de una noche de Escuela!!
Sebastián Llaneza