Miércoles 3 de Agosto de 2016, 20:00 hs.
El cartel en el mundo
Presentan: Irene Domínguez (Delegada de Carteles ELP-Sede Barcelona), María del Pedro (Asociada EOL Sección La Plata), Silvina Molina (Asociada EOL Sección La Plata)
Interlocución: Eduardo Suárez (Director EOL Sección La Plata)
Coordina: Giséle Ringuelet (Miembro EOL Sección La Plata)
El pasado miércoles 3 de agosto tuvo lugar en nuestra Sección, una nueva Noche de carteles.
«El cartel en el mundo» fue el título que permitió reunir y hacer dialogar entre sí las experiencias heterogéneas que nos acercaron los tres invitados: Irene Domínguez, Delegada de carteles ELP-Sede Barcelona, María del Pedro, Asociada EOL Sección La Plata y Silvina Molina, Asociada EOL Sección La Plata..
Esta conversación contó con los comentarios de Eduardo Suárez, Director EOL Sección La Plata, y la coordinación de Gisèle Ringuelet, Miembro EOL Sección La Plata.
El trabajo de Irene, nos testimonia de la dificultad y la posibilidad de nuestra disciplina en Barcelona. Y refiere que el misterio que conlleva la transmisión de un saber tan íntimo y diferente a los otros fue la causa para ir elaborando su relación al psicoanálisis. Nos cuenta que el cartel es la herramienta que permite articularse a la investigación para abordar este saber que no se capta de la simple lectura de los textos, sino más bien a partir de una pregunta que nos deja a merced del objeto a, donde «uno es elegido por el tema», y por tanto siempre es una experiencia que pone en juego la castración. El concepto de sublimación fue el eje que le permitió circunscribir ese borde entre la verdad íntima y el saber transmisible. Situando al cartel en esa extimidad, en un esfuerzo de formalización, «que haga resonar el objeto causa de nuestro deseo».
Por su parte, María nos transmite la singular y arriesgada experiencia que fue realizar un proyecto que intenta hacer conversar al psicoanálisis con los artistas. Más precisamente a la EOL Sección La Plata con artistas platenses. No dando por sentado que exista tal conversación. Incluso, solo después de debatir entre los integrantes del cartel las relaciones de inclusión y exclusión entre uno y otro discurso, se logró escribir el rasgo de cada integrante.
Bajo el fundamento de aquello que señala Lacan, que «los artistas nos llevan la delantera», el neologismo cartelizarte intentará dar cuenta de aquel «saber hacer» que no es conocimiento, aquello singularísimo en que cada uno (psicoanálisis y arte) marca el trazo de su arte, su estilo.
Llevar el cartel más allá de sus límites naturales fue el riesgo que permitió explorar el rasgo elegido, Sinthome y Escabel.
Silvina da cuenta de su experiencia como integrante de un «cartel clínico» alrededor de un proyecto que tuvo lugar en la favela de Maré, en Río de Janeiro. Siendo ésta también la apuesta de un proyecto arriesgado e innovador que llevó al psicoanálisis a trabajar con un colectivo, saliendo de los consultorios para insertarse en los barrios más pobres y excluidos de Brasil. Silvina refiere que esta tierra sin ley, donde la violencia más cruda es lo normal, «es una construcción simbólica-imaginaria de un colectivo hecho por una sociedad que exalta la diferencia (nosotros-ellos)». El cartel clínico tendrá como objetivo separar a cada uno de los sujetos de esos S1 grupales que refuerzan una «alienación subjetiva al Ideal» para remitirlos «a la soledad de su goce en relación al Ideal». Su trabajo culmina con una viñeta clínica esclarecedora donde se da cuenta cómo el cartel permite intervenir con acciones localizadas para hacer surgir lo singular en lo colectivo.
Eduardo Suárez ubicó la noche como la última preparatoria a las XXV jornadas de carteles que por primera vez serán organizadas por la Sección La Plata. Resaltó los múltiples usos que puede tener el cartel, usos que dan cuenta de saldos de saber como de puntos imposibles. Los trabajos presentados muestran que hubo efectos. Efectos que testimonian sobre el pasaje de lo grupal al rasgo de cada uno.
La conversación posterior puso de relieve el concepto de extimidad que resonó como un hilo conductor en esta Noche de carteles.
Agustín Barandiarán