Miércoles 5 de Agosto de 2015, 20:00 hs.
Hablan los cartelizantes III: Escrituras»
El pasado miércoles 5 de agosto tuvo lugar en la Sección EOL La Plata, la tercera noche de carteles. Esta vez, bajo el título: «Hablan los cartelizantes III, Escrituras», Laura Aranciaga, Rina Tierno, Adriana Fanjul y Virginia Baroli junto a María Laura Errecarte en la coordinación, nos transmitieron con mucho entusiasmo y gran rigurosidad su experiencia singular en el trabajo de cartel. ¿La experiencia del cartel ha sido operativa a la hora de escribir?, cuando esta escritura se produce ¿tiene el mismo estatuto que otras escrituras?, preguntas disparadoras que propiciaron cuatro escritos que mediante un buen decir intentaron bordear un indecible, que dieron cuenta en esta noche de la relación al no-todo que vehiculiza la experiencia del cartel, experiencia libidinal que se teje con la Escuela, como demostró cada una de ellas en sus productos.
Así es como Laura Aranciaga nos cuenta sobre su encuentro con el cartel a partir de la creación del MOL, movimiento que diera lugar a la Sección en la ciudad. Cada uno a su tiempo va inventando su propia subversión del sentido común, se juega una partida con el saber no sabido. La firme convicción de presentar para la Jornada de Carteles no la disuadía de ciertas preguntas al momento de sentarse a escribir. «¿Tenía que saber qué escribir?, ¿Tenía que saber para escribir? ¿O se puede escribir para saber qué puede uno decir de su propia elaboración y de su propio rasgo?». Síntoma propio e interpretación del Más uno surcan el trayecto desde un escrito sin fisuras a una elaboración propia que bordea el agujero de lo imposible.
Virginia Baroli nos habla sobre una «geografía del cartel», marca, lugar, trazo, relieve, región, mapa de ruta que orienta y desorienta… Giros y vueltas hasta que «un trazo que vehiculiza» se impone. ¿Producto y causa a la vez en la escritura? Consentir del territorio amplio y la zona común por la que circula el cartel en sus comienzos a la pequeña zona, a la operación de reducción que delimita un pequeño territorio y que implica un hacer con la incomodidad que comporta el agujero en el saber. Recorrido de «un borde limitante hacia afuera» hacia «un puente transitable», efecto de escritura palpable en un sueño que mediante «una silla sin respaldo» inventa un nuevo sitio donde alojarse.
Por su parte Adriana Fanjul de entrada nos contesta que «no» a la pregunta acerca si la escritura del cartel tiene el mismo estatuto que otras escrituras. Sirviéndose de una expresión de Eric Laurent nos dice que la escritura en el cartel implica «inscripción y diferencia». Si el avance en el saber, que permite el entrecruzamiento entre lo singular y lo colectivo del cartel, se produce en la escritura no es sin el saber que cada uno atrapó en el análisis. Adriana nos habla de una «escritura tapón», es aquella que describe, recopila, es la escritura que anula las marcas de la enunciación y que diferencia claramente de otro tipo de escritura que por momentos posibilita el trabajo de cartel, la «escritura incómoda» que permite cernir lo que no entra en el saber, lo que no puede escribirse y «paradójicamente desde allí se escribe». En la escritura de un cartel no hay completud, no hay un todo sino «dispersos descabalados» donde coexiste lo heterogéneo, que es la apuesta de la Escuela.
Por último Rina Tierno nos hace saber sobre el efecto inicial que produjo en ella la invitación a participar de esta noche: la aparición de un significante nuevo «dificultad», palabra que le posibilitará realizar un recorrido novedoso en su relación a diferentes dispositivos de saber. Residencia, seminarios, jornadas, conversaciones clínicas no han comportado la dificultad que inauguraba escribir en un cartel ¿Qué tiene entonces de especial la escritura allí? Caracterizado como un «escribí por dónde andás», escribir sobre el proceso, con sus impasses, trabas e idas y vueltas, es una «escritura sin pulir» que hace más evidente la dificultad ya no en la escritura sino en su proceso de «soltarla» ¿Es con el cartel y la Escuela que se inventa un nuevo espacio donde la dificultad produce otro saldo?
Como si faltara más, varias voces de una numerosa concurrencia terminaron de darle cierre a una noche en la que el trabajo de Escuela fue posible, en la que pudimos, en ella, llevar adelante un trabajo enmarcado en una experiencia de elaboración colectiva.
Mariano Peiró