Noche de biblioteca
Reseña Actividad 24 de Junio de 2015, EOL Sección La Plata
El pasado miércoles 24 de junio asistimos a una nueva Noche de Biblioteca, esta vez la presentación de El ultimísimo Lacan. La actividad fue coordinada por Brígida Griffin, siendo Mónica Boada y José Matusevich quienes compartieron sus lecturas.
Vértigo, precaución, borde, desesperación resonaron a lo largo de la noche, produciendo un clima un tanto inquietante.
La actividad se vio enmarcada por la proyección de un extracto de la conferencia dada por Miller en el 2013, en el Teatro Sorano, a propósito de la presentación del libro de Christine Angot, Una semana de vacaciones. Extraigo esta frase:»Lo leí como un apólogo de nuestros días, un apólogo de nuestro hartazgo del padre».
En este contexto Mónica Boada comienza citando a Miller: «…estoy parado en un borde, en el que se deshace lo que llamé el sistema de Lacan» [1], «…me encontré marcando la distancia…frente a la disancia lacaniana». [2]
Ubica que la distancia permite fijar una posición. Lo cual va de la mano de lo que implica una lectura al pie de la letra: «tomar el texto sin automatismos, sin un sentido previo, eso incluye tomar al texto en sus tropiezos, en sus lapsus».
Desde ésta posición aborda entonces la noción de inconsciente. Señala la distinción entre el inconsciente real y el inconsciente transferencial como una «bella simetría» que da cuenta del umbral del que se trata.
Resalta a su vez la advertencia de Miller de manejar dicha idea del «inconsciente real» con precaución, ya que «es una definición que hace agujero en su enseñanza, agujero a través del cual toda su enseñanza puede llegar a evacuarse». [3]
En su último apartado, retoma la primera clase del «Seminario 24», para trabajar la distancia que separa la dimensión del síntoma (sinthome) de la dimensión del inconsciente. Y despliega la identificación al síntoma, en tanto «saber hacer con», retomando el matiz que introduce Miller entre lo que seria un «desembrollarse» -de la verdad, las elucubraciones- y el «manipular» que implicaría al cuerpo.
Finaliza su presentación retomando el final del libro, en donde Miller ubica cómo, a partir del propio desapego de Lacan respecto de su saber, «deja todo el espacio necesario para la invención». [4]
Por su parte Matusevich inicia su presentación planteando que «leer éste texto nos sitúa en el vértigo de poner en cuestión nuestros fundamentos». Y parte del capítulo «Un-cuerpo» para realizar una lectura literal.
Retoma los argumentos que llevaban a Miller (en el último Congreso de la AMP) a la propuesta de trabajar el cuerpo en lo imaginario. Resaltando el giro que produce al situar al cuerpo como cuerpo hablante, en tanto «misterio».
Desde aquí entonces, realiza un recorrido minucioso, a través del cual irá acentuando y bordeando la diferencia que existe entre el cuerpo del parlêtre (constituyente) y el cuerpo objeto (constituido).
Se vale del texto «Joyce el síntoma», para leer al pie de la letra las consecuencias de la escritura «LOM». Destaca la operatoria realizada por Lacan de incluir el aspecto fonético y la materialidad del sonido en la palabra. Y nos recuerda la definición de Lacan sobre la pulsión en el Seminario 23.
En esta línea Matusevich realiza una lectura enriquecedora de El ultimísimo Lacan en francés. Destacando que en la traducción se pierde un elemento importante: la expresión «poudre de perlimpinpin», que acompaña la tan conocida frase de Lacan: «prescindir del Nombre del Padre a condición de servirse de él». Localiza entonces el sentido de dicha expresión [5], e interpreta que la misma «jaquea a una de las frases más importantes de nuestra disancia sobre el padre».
Sitúa el punto de desesperación al que lleva el ultimísimo Lacan, y justo ahí la posibilidad de reinventar el psicoanálisis.
Por ultimo retoma la primera clase del Seminario 23 para situar que, en dicho seminario sobre Joyce, Lacan «busca el camino que lo lleve a un discurso que fuese de lo real y lo que encuentra es el S.K.bello, y Joyce se convierte así en alguien que con su obra lo consiguió». Una convergencia entre el sinthoma y el escabel.
Hacia el final se recoge el guante de lo planteado a través de las preguntas y comentarios. Destaco la que formula María del Pedro sobre las implicancias de ese jaqueo de la frase sobre el padre, y la de Carlos Jurado acerca de «si es posible pensar en un fanatismo del lado del cuerpo real», ya que nos abren un horizonte de trabajo.
Soledad Salvaré
NOTAS
- Miller, J-A. : El ultimísimo Lacan, Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller, Paidós, Bs. As, 2013, pág. 117.
- Ibíd, pág. 9.
- Ibíd, págs.. 95-96.
- Ibíd, pág. 276.
- «El término «aceite de serpientes» siempre se utiliza para referirse a un medicamento sin virtud, algo sin valor». Wikipedia https://.fr.wikipedia.org/wiki/Poudre_de_perlimpinpin